MADRID, 16 Ene. (EUROPA PRESS) -
En un nuevo estudio, científicos de la NASA utilizan casi 20 años de observaciones para demostrar que el ciclo global del agua está cambiando de maneras sin precedentes.
La mayoría de esos cambios son impulsados por actividades como la agricultura y podrían tener impactos en los ecosistemas y la gestión del agua, especialmente en ciertas regiones.
"Establecimos con la asimilación de datos que la intervención humana en el ciclo global del agua es más significativa de lo que pensábamos", dijo en un comunicado Sujay Kumar, científico investigador del Centro de Vuelos Espaciales Goddard de la NASA y coautor de un estudio publicado en PNAS (Proceedings of the National Academy of Sciences).
Los cambios tienen implicaciones para toda la población mundial. Las prácticas de gestión del agua, como el diseño de infraestructura para inundaciones o el desarrollo de indicadores de sequía para sistemas de alerta temprana, a menudo se basan en suposiciones de que el ciclo del agua fluctúa solo dentro de un cierto rango, dijo Wanshu Nie, científico investigador del Goddard de la NASA y autor principal del artículo.
"Esto puede que ya no sea cierto para algunas regiones", dijo Nie. "Esperamos que esta investigación sirva como guía para mejorar la forma en que evaluamos la variabilidad de los recursos hídricos y planificamos la gestión sostenible de los recursos, especialmente en las zonas donde estos cambios son más significativos".
Un ejemplo de los impactos humanos en el ciclo del agua se da en el norte de China, que está sufriendo una sequía continua. Pero la vegetación en muchas zonas sigue prosperando, en parte porque los productores siguen irrigando sus tierras bombeando más agua de las reservas de agua subterránea, dijo Kumar. Estas intervenciones humanas interrelacionadas suelen provocar efectos complejos en otras variables del ciclo del agua, como la evapotranspiración y la escorrentía.
Nie y sus colegas se centraron en tres tipos diferentes de cambios en el ciclo: primero, una tendencia, como una disminución del agua en un depósito de agua subterránea; segundo, un cambio en la estacionalidad, como la típica temporada de crecimiento que comienza antes en el año o un deshielo más temprano; y tercero, un cambio en los fenómenos extremos, como las "inundaciones de cada 100 años" que ocurren con mayor frecuencia.
Los científicos recopilaron datos de teledetección de 2003 a 2020 de varias fuentes satelitales diferentes de la NASA: el satélite de la misión Global Precipitation Measurement para datos de precipitación, un conjunto de datos de humedad del suelo de la Iniciativa sobre el Cambio Climático de la Agencia Espacial Europea y los satélites Gravity Recovery y Climate Experiment para datos de almacenamiento de agua terrestre. También utilizaron productos del instrumento satelital Moderate Resolution Imaging Spectroradiometer para proporcionar información sobre la salud de la vegetación.
"Este documento combina varios años de esfuerzo de nuestro equipo en el desarrollo de capacidades de análisis de datos satelitales, lo que nos permite simular con precisión los flujos y almacenamientos de agua continental en todo el planeta", dijo Augusto Getirana, científico investigador de NASA Goddard y coautor del documento.
Los resultados del estudio sugieren que los modelos del sistema terrestre utilizados para simular el futuro ciclo global del agua deberían evolucionar para integrar los efectos actuales de las actividades humanas. Con más datos y modelos mejorados, los productores y los administradores de recursos hídricos podrían comprender y planificar de manera efectiva cómo será la "nueva normalidad" de su situación hídrica local, dijo Nie.