MÉXICO, 4 Oct (EUROPA PRESS)
Un equipo de astrónomos liderado por la Universidad de Arizona ha revolucionado nuestro entendimiento sobre la formación de sistemas planetarios, revelando detalles sin precedentes sobre los flujos de gas que esculpen y dan forma a los discos protoplanetarios. Utilizando el Telescopio Espacial James Webb de la NASA/ESA/CSA, la investigación publicada en Nature Astronomy destaca el papel crucial de los vientos de disco en la evolución de los planetas.
Las estrellas se forman rodeadas por discos de gas caliente y polvo que, impulsados por campos magnéticos, expulsan vientos de disco a velocidades impresionantes, alcanzando decenas de kilómetros por segundo. Estos vientos juegan un papel esencial en el proceso de acreción, permitiendo que la estrella central acumule masa del disco circundante.
Ilaria Pascucci, profesora del Lunar and Planetary Laboratory de la Universidad de Arizona y autora principal del estudio, destaca la importancia de comprender cómo la estrella acumula masa a través de estos procesos, ya que tienen un impacto significativo en cómo evolucionan los discos protoplanetarios y, en último término, en la formación de planetas.
Los investigadores enfrentaron el reto de entender cómo el gas dentro de estos discos pierde momento angular para permitir la acreción. La pérdida de momento angular es crucial, ya que sin ella, el gas seguiría orbitando la estrella sin nunca ser atraído hacia ella. Los vientos del disco emergen como factores clave en este proceso, llevándose parte del momento angular del gas en la superficie del disco y permitiendo que el resto caiga hacia la estrella.
Tracy Beck, del Space Telescope Science Institute de la NASA y segunda autora del artículo, señaló que distinguir entre los distintos tipos de vientos ha sido posible gracias a la alta sensibilidad y resolución del James Webb Space Telescope. El estudio identificó vientos que se originan en una región amplia, potencialmente cubriendo la distancia entre la Tierra y Marte en nuestro sistema solar, y que se extienden mucho más allá de los vientos térmicos conocidos, alcanzando distancias cientos de veces mayores que la distancia entre la Tierra y el sol.
El equipo seleccionó cuatro sistemas de discos protoplanetarios cuya orientación permitió un estudio detallado, revelando una estructura tridimensional de vientos con un agujero central pronunciado en cada uno de los discos. Esta observación sugiere fuertemente que estos vientos pueden ser responsables de la pérdida de momento angular, resolviendo así uno de los problemas más antiguos sobre la formación estelar y planetaria.
Este hallazgo no solo arroja luz sobre los misterios de la formación de sistemas planetarios, sino que también abre nuevas vías para futuras investigaciones sobre la evolución de los planetas y las estrellas.