MÉXICO, 19 Sep (EUROPA PRESS)
Los efectos del cambio climático, impulsados por las actividades humanas, han mermado significativamente los sistemas de circulación del aire en la Tierra, según deprenderse de recientes investigaciones lideradas por el Dr. Rei Chemke del Instituto de Ciencias Weizmann. Estos hallazgos ponen en evidencia cómo la intervención humana ha debilitado las trayectorias de las tormentas y la circulación de Hadley, componentes clave para la distribución del calor y la humedad a nivel global.
El verano del 2024 se consagró como el más caluroso jamás registrado, culminación esperada de una serie de temporadas caracterizadas por su intensa sequía y calor extremo, especialmente en América del Norte y Europa, encendiendo alarmas sobre riesgos graves como incendios forestales, fallas en las cosechas y amenazas severas a la salud.
Los estudios, en colaboración con el profesor Dim Coumou del Instituto de Estudios Ambientales de Ámsterdam, han vinculado directamente el debilitamiento de las trayectorias de las tormentas y la circulación de Hadley a las emisiones de gases de efecto invernadero y aerosoles generados por el ser humano. Este desbalance en el sistema climático deriva en olas de calor más frecuentes y severas debido a la disminución en la transportación de aire frío del océano hacia los continentes.
Según explicó Chemke, el acercamiento de temperaturas entre las latitudes altas y bajas, tradicionalmente motor de las tormentas, ha perdido fuerza debido al calentamiento desproporcionado, una consecuencia directa de las emisiones antropogénicas.
Además, los investigadores descubrieron que, a lo largo del último milenio, factores naturales como erupciones volcánicas y flujos solares trabajaron para fortalecer la circulación de Hadley, tendencia que las actividades humanas recientes han logrado revertir. Este cambio sugiere un predominio actual de influencias humanas sobre el clima frente a las naturales, marcando un giro en la dinámica histórica del planeta.
La importancia de estos estudios, publicados en npj Climate and Atmospheric Science y Nature Communications, radica en la claridad que ofrecen respecto al papel humano en la alteración climática y la urgencia de adoptar medidas para mitigar su impacto. Este avance científico abre camino hacia un mejor entendimiento y posibles soluciones frente a la crisis climática global.