MADRID 11 Mar. (EUROPA PRESS) -
La ducha es una práctica común en la rutina diaria de millones de personas, siendo clave para mantener la piel limpia y saludable. Ya sea por la mañana al despertar o por la noche para relajarse, este momento de higiene personal no solo tiene beneficios estéticos, sino también psicológicos, ayudando a mejorar el bienestar general.
Sin embargo, más allá de la rutina básica de aseo, existen debates sobre los productos que utilizamos durante la ducha, como las esponjas o los guantes de baño, y su impacto en nuestra salud.
El boticario madrileño y creador de contenido, Álvaro Fernández (@farmaceuticofernandez), habla en un vídeo publicado en TikTok sobre los riesgos de utilizar esponjas o herramientas similares para la higiene personal.
Según el experto, las esponjas, guantes de crin y cepillos exfoliantes podrían ser perjudiciales para la piel debido a que, al frotar la epidermis con estos artículos, se puede generar una erosión que favorece la irritación y la aparición de infecciones cutáneas.
LAS ESPONJAS: CULTIVO DE BACTERIAS
Uno de los datos más llamativos de las declaraciones de Fernández es el hallazgo de que las esponjas, consideradas un elemento básico de higiene, podrían ser en realidad una de las herramientas más sucias de la casa.
Al estar constantemente húmedas y llenas de células muertas, las esponjas crean un ambiente ideal para la proliferación de bacterias. De hecho, según el doctor, las esponjas pueden albergar más patógenos que un inodoro. Este dato pone en duda su efectividad como herramienta de limpieza, ya que, lejos de ayudar, pueden estar aumentando el riesgo de infecciones cutáneas.
Además, las esponjas cuentan con otro contra: el frotamiento excesivo de la piel puede contribuir a la irritación, especialmente de aquellas personas con piel sensible.
Por ello, se recomienda utilizar alternativas más suaves, como las manos, que sean menos invasivas para la piel y no favorezcan la proliferación de microorganismos.