MADRID 8 Feb. (EUROPA PRESS) -
Autoridades locales palestinas han denunciado este sábado el comienzo de un proceso de desalojo forzado por orden del Ejército israelí de cientos de residentes del campo de refugiados de Al Far'a, escenario desde hace una semana de la expansión de las operaciones militares israelíes en Cisjordania.
El gobernador de la ciudad cisjordana de Tubas, al lado del campamento, ha condenado esta "evacuación forzada" que el Ejército israelí ha efectuado "bajo la amenaza de las armas", además de insistir en que el campamento lleva siete días "bajo un estricto bloqueo y en situación de asedio", según declaraciones a la agencia oficial de noticias de la Autoridad Palestina, WAFA.
Ahmed al Assad ha confirmado que cientos de residentes han comenzado a abandonar sus hogares desde las 09.00 de esta mañana en el comienzo de un desplazamiento forzado que, en principio, ha terminado a las 14.00 (hora en la España Peninsular y Baleares).
El Comité Supremo de Emergencia de la gobernación de Tubas ha abierto tres escuelas en la ciudad para acoger a los expulsados del campamento, hogar de unas 7.600 personas según datos de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos, la UNRWA.
El Gobierno israelí esgrime que estas operaciones en Cisjordania representan una iniciativa para eliminar a células de las milicias palestinas de la vecina Gaza, pero las autoridades palestinas denuncian estas incursiones como una parte más de los esfuerzos de anexión israelí para facilitar la apropiación ilegal de tierras por parte de los colonos de la zona, quienes aterrorizan a la población palestina con el consentimiento del Ejército.
La actual ofensiva del Ejército israelí, denominada Operación Muro de Hierro, se ha centrado principalmente en la ciudad y el campo de refugiados de Yenín, pero acabó por expandirse a Tulkarem la semana pasada antes de dirigirse a otras zonas como Tammun y el campamento de Al Far'a.