MADRID 21 Ene. (EUROPA PRESS) -
Naciones Unidas ha denunciado la muerte de tres trabajadores de organizaciones humanitarias en el marco de los recientes enfrentamientos intercomunitarios en la región sudanesa de Darfur (oeste), que se han saldado con cerca de 300 víctimas mortales.
El coordinador humanitario de la ONU para Sudán, Babacar Cissé, ha señalado que uno de los trabajadores fue asesinado junto a su familia y ha reclamado "a todos los implicados" que "pongan fin inmediatamente a la violencia", que ha causado además cuantiosos daños materiales y el desplazamiento de miles de personas.
En este sentido, ha hecho hincapié en "la necesidad de que las personas que reciben y entregan ayuda humanitaria cuenten con seguridad" y ha reclamado a las autoridades que garanticen que los responsables "rinden cuentas" por sus actos.
El Gobierno sudanés expresó el miércoles su preocupación por los incidentes y prometió aumentar sus esfuerzos para lograr que haya "estabilidad y orden en la zona". Así, el Ministerio de Exteriores sudanés resaltó que es responsabilidad del Ejecutivo "mantener la seguridad en Darfur y en todo Sudán" y "proteger a los civiles".
El Ejecutivo y los rebeldes pactaron en su histórico acuerdo de paz de octubre de 2020 desplegar una fuerza conjunta a raíz de la retirada de las tropas de la Operación Híbrida de la Unión Africana y Naciones Unidas en Darfur (UNAMID) pero, a pesar del fin de las operaciones de la misión y el inicio de su repliegue hace dos semanas, estas fuerza no ha sido enviada al terreno, lo que ha provocado un vacío de seguridad.
Los enfrentamientos más sangrientos tuvieron lugar en Darfur Sur, donde alrededor de 200 personas murieron en combates entre miembros de las tribus falata y rizeigat, principalmente en la localidad de Geireda, según confirmó el martes el gobernador regional, Musa Mahdi Ishak.
Por otra parte, el Comité de Doctores de Darfur Occidental ha resaltado que 139 personas murieron y cerca de 200 resultaron heridas en los enfrentamientos que estallaron el viernes y se prolongaron durante el fin de semana en la capital regional, Al Geneina.
Darfur es una de las regiones más pobres de Sudán, con tasas de pobrezas superiores al 65 por ciento en Darfur Central, y cerca de cinco millones de personas han recibido ayuda humanitaria en la zona entre enero y septiembre de 2020, según datos de la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).
La región de Darfur ha sido escenario de un repunte de las tensiones intercomunitarias a pesar del citado acuerdo de paz, que intenta poner fin a los combates que estallaron en 2003, que han dejado al menos 300.000 muertos y más de 2,5 millones de desplazados.
El expresidente Omar Hasán al Bashir, así como otros altos cargos durante su mandatos, son buscados por el Tribunal Penal Internacional (TPI) por supuestos crímenes de guerra y contra la Humanidad en el marco de este conflicto.
Diversos países de la región han registrado en los últimos años cientos de enfrentamientos intercomunitarios, que se han saldado con miles de víctimas, principalmente a causa de los intentos de robo de ganado y las disputas entre pastores y agricultores en las zonas más fértiles a causa del aumento de la desertificación y el desplazamiento de poblaciones.