Los eurodiputados instan a Bruselas a pedir cautelares para suspender la nueva ley que prohíbe manifestaciones como el Orgullo
BRUSELAS, 16 Abr. (EUROPA PRESS) -
La misión de eurodiputados de la comisión de Libertades Civiles, Justicia e Interior (LIBE) que ha visitado Hungría para examinar su salud democrática ha alertado de la "erosión" de derechos fundamentales y la "negación abiertamente del Estado de derecho" en este país, tras una visita de tres días durante los que ni el primer ministro, Viktor Orbán, ni sus ministros de Justicia e Interior han aceptado reunirse con la delegación.
"Las conclusiones de la delegación indican que no hay mejoras en comparación a resoluciones anteriores del Parlamento y que, además, hay una tendencia preocupante de mayor erosión", ha lamentado la jefa de la delegación de eurodiputados, la holandesa Tineke Strik (Verdes).
La eurodiputada ecologista ha apuntado pasos atrás en materia de independencia judicial, libertad de prensa, libertad académica y espacio para la sociedad civil y ha recalcado que esta situación colisiona con los valores consagrados por el artículo 2 del Tratado de la UE.
Además, ha considerado "particularmente alarmante" la reciente enmienda de la Constitución húngara que impedirá celebraciones como la del Orgullo, porque, ha dicho, no sólo atenta contra las libertades del colectivo LGTBI sino que representa un ataque "más amplio" a los derechos fundamentales que generará un daño "inminente e irreparable".
La misión cuenta con eurodiputados de cinco partidos políticos pero no de los grupos de ultraderecha con presencia en la Eurocámara (tampoco Patriotas, liderado por el partido de Orbán) porque estos han declinado participar, según ha informado Strik, quien ha subrayado que, como es habitual, no han participado eurodiputados del país examinado para evitar conflicto de intereses y asegurar la independencia de su evaluación.
En la rueda de prensa ofrecida en Budapest al término de la misión, Strik ha estado acompañada por el eurodiputado socialdemócrata Krzysztof Smiszek, el 'popular' Michal Wawrykiewicz, la liberal Sophie Wilmès y por la Izquierda, Pernando Barrena (Bildu), y todos han coincidido en señalar las deficiencias democráticas en el país.
"Hemos observado un deterioro indiscutible de la situación e incluso la negación abiertamente del Estado de derecho", ha criticado Wawrykiewicz, en cuyo grupo del Partido Popular Europeo (PPE) se integró el partido de Orbán, Fidesz, hasta su salida en la pasada legislatura. El eurodiputado 'popular' ha apuntado al Gobierno por negarse intencionadamente a cumplir sentencias del Tribunal de Justicia de la UE (TJUE).
El socialdemócrata Smiszek, por su parte, ha considerado "muy preocupante" la "violación continuada" de los derechos de la comunidad LGTBI en Hungría, al tiempo que ha avisado que el veto al Orgullo y otros eventos del colectivo son una "violación del Derecho y valores europeos" y una "grave restricción" del derecho de asamblea pacífica.
A su vez, la eurodiputada liberal y exprimera ministra belga, Sophie Wilmès, ha denunciado que "la mayoría gobernante ha consolidado su control del poder, silenciando las voces de las minorías y sofocando las opiniones diversas, como lo demuestra una vez más la restricción de la libertad de reunión".
"La retórica agresiva y la intimidación sistémica son posibles gracias al amplio control del Gobierno sobre el panorama de los medios de comunicación, donde las campañas de difamación se han convertido en la nueva norma", ha remachado la política belga.
INSTAN A BRUSELAS A PEDIR CAUTELARES AL TJUE
Finalmente, Barrena ha considerado que la celebración o prohibición del Orgullo en Hungría pondrá a prueba a las instituciones comunitarias para ver si "están a la altura" de sus responsabilidades. "Hay que poner fin a la impunidad del Gobierno húngaro a la hora de eludir la legislación de la UE", ha continuado el eurodiputado de Bildu, para instar después a la Comisión Europea a pedir que actué "inmediatamente" para pedir al TJUE que suspenda la controvertida ley diseñada para impedir la celebración del Orgullo.
Precisamente este miércoles, en otra rueda de prensa en Bruselas, el comisario de Justicia, Michael McGrath, ha recordado que él también visitó hace tres semanas Budapest para evaluar la situación democrática en el país, pero ha dicho que sus conclusiones no se plasmarán hasta el informa anual sobre el Estado de derecho de los 27 que la Comisión publicará en julio.
También ha apuntado que la situación de Hungría se discutirá de nuevo en la reunión de ministros de Asuntos Generales de la UE del mes de mayo, un debate que ocurre de manera periódica como parte del procedimiento del artículo 7 del Tratado por amenazas sistémicas al Estado de derecho en Hungría.
Este mecanismo, que en última instancia puede llevar a la suspensión del derecho a voto del Estado miembro infractor, se activó contra Hungría hace siete años sin que se haya avanzado a la siguiente fase de diagnóstico y sanción, que requiere de la unanimidad de los Veintisiete.
En todo caso, el Ejecutivo comunitario sigue examinando en detalle la última reforma legal promovida por el Gobierno de Orbán para evaluar su compatibilidad con el Derecho comunitario antes de decidir sobre los siguientes pasos.
"Es importante que los Derechos Fundamentales sean respetados en todos los Estados miembro, también en Hungría", ha dicho McGrath, quien ha asegurado haber sido "muy claro" con las autoridades húngaras respecto a las "expectativas" de Bruselas y al hecho de que los valores europeos y el Estado de derecho "no son cuestionables".