Publicado 02/12/2024 10:25

Casi la mitad de los profesionales sanitarios en España teme extraer sangre de personas con VIH

Archivo - Análisis de sangre.
Archivo - Análisis de sangre. - YAKOBCHUKOLENA/ISTOCK - Archivo

MADRID 2 Dic. (EUROPA PRESS) -

Un 42 por ciento de los profesionales sanitarios en España teme extraer sangre de personas con VIH y un 32 por ciento cree que puede ser peligroso curar heridas en estas personas, según revelan los datos de un estudio elaborado por el Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC) y la Sociedad Clínica Europea del Sida (EACS).

El estudio se ha realizado en varios países europeos, y este lunes la psicóloga Daniela Rojas y el médico del Hospital La Paz Nacho Bernardino han presentado los resultados que se han obtenido en España, donde han participado 1.167 profesionales sanitarios.

"Este trabajo analiza el conocimiento, las creencias, las actitudes y las prácticas hacia las personas con VIH identificando áreas claves donde el estigma persiste y donde debemos proponer intervenciones estratégicas", ha explicado Rojas durante la presentación del estudio en el acto con motivo del Día Mundial del Sida que se ha celebrado en el Ministerio de Sanidad.

Así, de toda la muestra, solo el 43 por ciento de los profesionales sanitarios en España tienen un conocimiento completo sobre conceptos claves como indetectable es igual a intransmisible, profilaxis post-exposición o pre-exposición (Prep). "Un 37 por ciento de los encuestados tenía ideas erróneas o no estaba seguro sobre estas herramientas de prevención y tratamiento. Y un 20 por ciento no tenía conocimiento alguno sobre estas tres estrategias claves para la prevención", ha detallado Rojas.

Además, un 14 por ciento de los profesionales reportó usar guantes dobles innecesariamente, "lo que evidencia la persistencia de prácticas no basadas en la evidencia en estos centros sanitarios", ha destacado Bernardino, quien ha añadido que un 35 por ciento de los encuestados mencionó que usaría guantes durante toda la consulta o la prestación del servicio sanitario, independientemente de si el procedimiento lo necesitaba.

PEOR CALIDAD DE LA ATENCIÓN PROPORCIONADA A UNA PERSONA QUE VIVE CON VIH

En cuanto a la discriminación observada en los centros de trabajo, los investigadores han encontrado que un 20 por ciento de las personas encuestadas declaró haber observado una peor calidad de la atención proporcionada a una persona que vive con VIH o que se cree que vive con VIH en relación con otros pacientes. "El 21 por ciento de las personas encuestadas afirmó haber presenciado en su centro una clara falta de voluntad para cuidar a personas que viven con VIH o que se cree que viven con VIH", ha agregado Rojas.

"Además, encontramos preocupante que un 25 por ciento observó la divulgación del estado serológico sin consentimiento de la persona interesada, lo cual es una flagrante vulneración de derechos", ha denunciado Rojas.

Entre los datos relativos a las políticas contra la discriminación en los centros de trabajo de los diferentes profesionales de esa salud, el estudio señala que un 49 por ciento de los participantes no sabía si dichas políticas existían o no en su centro y un 33 por ciento indicó que no existían dichas políticas.

"Estos resultados subrayan no solo la falta de conocimiento y formación, sino también la necesidad de sensibilización y cambios estructurales en las políticas de atención y de lucha contra la discriminación", ha señalado la psicóloga.

Para solucionar este desconocimiento entre los profesionales sanitarios, los investigadores proponen llevar a cabo "una capacitación obligatoria y continua para todo el personal sanitario, enfocada en conceptos clave". Además, consideran necesario establecer "políticas claras de no discriminación, asegurando protocolos en todos los centros de salud que implementen y comuniquen directrices que protejan los derechos de las personas con VIH".

Así como realizar campañas de sensibilización dirigidas al personal sanitario para "promover una cultura de atención inclusiva y basada en los derechos humanos" y monitorizar y evaluar estas intervenciones a través de encuestas, periódicas y sistemas de seguimiento que midan cambios en las actitudes y prácticas.

"Este informe nos da una radiografía clara de los desafíos que enfrentamos en España para erradicar el estigma y la discriminación en el ámbito sanitario. Más allá de los datos, es una llamada a la acción. Reducir el estigma no sólo mejorará la calidad de atención, sino que también es fundamental para cumplir con los compromisos internacionales en la lucha contra el VIH", ha finalizado Rojas.

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