El Ministerio de Justicia italiano ha solicitado anular la orden de extradición a EEUU al no encontrar coincidencia de delitos
MADRID, 12 Ene. (EUROPA PRESS) -
El ciudadano suizo-iraní Mohamed Abedini Najafabadi, vinculado a la liberación esta semana de la periodista italiana Cecilia Sala detenida en Teherán a mediados de diciembre, ha sido puesto en libertad este domingo.
Abedini ha salido de la prisión de la Ópera de Milán, según ha confirmado su abogado, Alfredo De Francesco. "La decisión adoptada por el Ministro de Justicia, Carlo Nordio, nos sorprendió gratamente", ha declarado, según recoge la agencia de noticias italiana AGI.
"Como jurista y abogado, estoy muy contento con las razones dadas en apoyo de la solicitud de revocación de la medida cautelar custodia, ya que va con lo argumentado desde un inicio sobre la ausencia de las condiciones para la extradición pero sobre todo por la atención prestada al valor fundamental de la libertad personal a la luz de los principios constitucionales. Ahora mi defendido es una persona libre y de voluntad. poder retomar la sonrisa y la esperanza", ha añadido.
El 2 de enero, el embajador iraní en Italia, Mohamad Reza Sabouri, vinculó oficialmente el caso de Sala con el de Abedini, dias después de que medios italianos, según fuentes próximas al caso, comenzara a hablar de una posible conexión entre las dos detenciones.
Abedini fue arrestado en Milán el mes pasado en virtud de una orden de detención de Estados Unidos por participar en un procedimiento de suministro de piezas para aviones no tripulados que, según Washington, se utilizaron en un ataque de 2024 que mató a tres militares estadounidenses en Jordania.
En un comunicado recogido por SkyTG, el Ministerio de Justicia italiano no solo anunció que pedirá a un tribunal de apelaciones de Milán que revoque la orden de detención, sino que también suspenderá su proceso de extradición a Estados Unidos al no haber correspondencia de delitos punibles.
"De conformidad con el artículo 2 del Tratado de Extradición entre el Gobierno de Estados Unidos de América y el Gobierno de la República Italiana", reza la nota, "sólo los delitos punibles según las leyes de ambas partes contratantes pueden dar lugar a la extradición; condición que, en el estado actual de las cosas, no se puede considerar que exista".
"Lo único demostrado con certeza es la realización de actividades de producción y comercio con su país de instrumentos tecnológicos que tienen aplicaciones militares potenciales, pero no exclusivas", concluye la nota.
Fuentes oficiales italianas bajo condición de anonimato han explicado a la agencia Bloomberg que no temen represalias ni episodios de tensión con Estados Unidos dado que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, está a punto de abandonar el cargo el próximo 20 de enero.
Abedini se encuentra recluido en el centro penitenciario de Ópera, en Milán, desde su detención en el aeropuerto de Malpensa el 16 de diciembre. Sala fue arrestada tres días después el 19 de diciembre en la capital iraní, Teherán, cuando se encontraba "realizando labores periodísticas", como explicó el propio Gobierno italiano.
El Ministerio de Cultura iraní terminó confirmando la detención para explicar que Sala estaba acusada de "violar las leyes de la República Islámica de Irán", sin aclarar en ningún los delitos exactos que se le imputaron.
La agencia iraní Mizan, el órgano portavoz de la Judicatura de la república islámica, ha llegado a asegurar incluso que Abedini estará de regreso al país "en cuestión de horas".
La detención de Abedini, según la agencia, "se debió a un malentendido que se resolvió con el seguimiento del Ministerio de Asuntos Exteriores de la República Islámica de Irán y negociaciones entre los responsables pertinentes" de ambos países, sin dar más detalles.