El Gobierno califica la extradición como un "hito" en la lucha contra las drogas
MADRID, 12 Dic. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de Bolivia ha extraditado en la madrugada de este jueves a Estados Unidos a quien fuera el principal responsable de la lucha contra el narcotráfico durante el último año de mandato del expresidente Evo Morales, Maximiliano Dávila.
Dávila ha sido sacado de la cárcel de San Pedro, en la Paz, sobre las 5.00 hora local para ser trasladado hasta el aeropuerto internacional de El Alto para tomar rumbo un avión, con una escala en Lima, Perú, hacia Estados Unidos, donde se enfrenta a graves acusaciones por delitos de narcotráfico.
Ha sido escoltado por efectivos de la Interpol y el comandante de la Policía, Augusto Russo, según ha informado Bolivia TV.
El ministro del Gobierno de Bolivia, Eduardo del Castillo, ha calificado la extradición de Dávila de "hito" en la lucha contra las drogas, comparando este caso con el de Luis Arce Gómez, breve ministro del Interior, durante el periodo de la dictadura militar de los años 80.
"También cumplimos con la comunidad internacional con extradiciones de personas vinculadas a este ilícito (...) No hay duda de nuestro compromiso en la lucha contra este delito", ha escrito Del Castillo en su cuenta de X.
Por su parte, el director del Régimen Penitenciario, Juan Carlos Limpias, ha destacado que el Estado boliviano "ha cumplido" en lo que le corresponde en este asunto, tras confirmar la entrega de Dávila a las autoridades estadounidenses. "Nosotros perdemos competencias absolutamente", se ha desentendido.
En enero de 2002, Dávila fue detenido en Potosí cuando intentaba cruzar hacia Argentina, siendo a finales de noviembre de este año cuando el Tribunal Supremo de Justicia aprobó su extradición a Estados Unidos, que le reclama por delitos de organización criminal para distribuir cocaína y posesión ilegal de armas.
Ahora, se enfrenta a una pena de entre diez años y cadena perpetua por conspirar para importar más de cinco kilos de cocaína a Estados Unidos, y otro de entre 30 años y perpetua por el uso de armas de fuego de gran calibre para cometer delitos relacionados con el tráfico de sustancias ilegales.
Davila dejó su cargo como responsable de la lucha contra la droga en noviembre de 2019, apenas diez días después de la salida de Morales en plena crisis política por la negativa de la oposición a reconocer los resultados de las elecciones.