MÉXICO, 10 Mar (EUROPA PRESS)
En Teuchitlán, Jalisco, las autoridades mexicanas descubrieron tres hornos crematorios clandestinos ubicados en el Rancho Izaguirre, una extensa finca de casi 10 hectáreas empleada por el cártel Jalisco Nueva Generación para el confinamiento, adiestramiento y exterminio de personas. Este escalofriante hallazgo fue realizado por el colectivo Guerreros Buscadores, lo que impulsó a la Fiscalía de Jalisco a iniciar una investigación bajo la supervisión del fiscal Salvador González de los Santos. Este último comprometió a brindar información actualizada a través de canales institucionales para consulta de las familias y personas interesadas.
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha expresado su consternación ante el descubrimiento, criticando la labor de la Fiscalía estatal y ha anunciado la coordinación entre el gobierno federal, el gobernador de Jalisco, Pablo Lemus, y la Fiscalía General de la República para evaluar la intervención federal en el caso.
El control del Rancho Izaguirre se logró en septiembre tras la detención de diez individuos en un enfrentamiento armado, que también resultó en la liberación de dos personas y el hallazgo de una víctima mortal. A pesar de las acciones iniciales, fue hasta el 5 de marzo que se confirmó la existencia de los hornos crematorios, gracias a una denuncia anónima recibida por los Guerreros Buscadores. Este grupo descubrió que los criminales no solo incineraban a sus víctimas sino que también ocultaban los restos bajo una capa de tierra y ladrillos.
La investigación ha revelado hasta ahora cinco lotes de restos óseos con signos de haber sido sometidos a altas temperaturas, junto con 400 prendas de vestir, 96 casquillos de bala de diferentes calibres, tres cargadores, aros aprehensores metálicos, tres libros, una libreta y una identificación oficial. Las autoridades continúan trabajando en el caso, buscando aportar justicia a las víctimas y sus familias.