WASHINGTON/ McALLEN, 11 Ago. (Reuters/EP) -
La promesa del presidente estadounidense, Barack Obama, de acelerar la deportación de los niños que han llegado de forma ilegal al país procedentes de Centroamérica va en contra de la opinión general de los estadounidenses, que prefieren que los niños se queden en el país al menos por un tiempo, según ha indicado una encuesta.
La encuesta de Reuters/Ipsos, que se realizó entre el 31 de julio y el 5 de agosto, ha mostrado que el 51 por ciento de los estadounidenses cree que los niños que han llegado al país sin sus familias y que han sido detenidos en la frontera con México deben permanecer en Estados Unidos durante un largo periodo.
En ese 51 está incluido el 38 por ciento que piensa que los jóvenes indocumentados deben permanecer en el país hasta que se pueda garantizar su seguridad cuando vuelvan a casa. Un 13 por ciento cree que los niños deben quedarse en Estados Unidos para siempre, mientras que un 32 apoya la deportación inmediata.
"En general, la gente es humana y entiende que no importa cuál es nuestra situación presupuestaria, si podemos o no permitirnos esto, sino que son niños. No importa lo que el sistema de inmigración diga, son inocentes", ha explicado Lance Lee, un hombre de 42 años procedente de Alabama. Pero Lee ha asegurado que quiere ver la frontera de Estados Unidos sellada para evitar que vuelva a ocurrir algo así.
Entre octubre de 2013 y el final de julio de 2014 cerca de 63.000 niños han llegado de forma ilegal al país entrando por la frontera sudoeste. La mayoría proceden de Honduras, El Salvador y Guatemala.
Preocupado al saber que los contrabandistas estaban animando la llegada de los menores mediante la difusión de rumores de que se permitía a los niños permanecer en Estados Unidos, el Gobierno de Obama ha endurecido su política, advirtiendo de que los jóvenes recién llegados serán enviados a casa rápidamente.
OPOSICIÓN A LA DEPORTACIÓN RÁPIDA
La encuesta ha mostrado que un 48 por ciento de los demócratas cree que los niños deben permanecer en el país hasta que se garantice su seguridad cuando vuelvan a su país de origen, lo mismo que creen un 30 por ciento de los republicanos y un 37 que se han identificado como independientes.
La cuestión sobre dónde y cómo podrían quedarse los menores mientras esperan a ser deportados ha recibido críticas por parte de las comunidades donde se pensaba que podrían quedarse. Hay miedo de que los jóvenes puedan cometer crímenes o extender enfermedades por los barrios donde se les hospedara.
Ha habido manifestaciones en ciudades fronterizas como Oracle, Arizona, mientras que los gobiernos locales de las comunidades, como por ejemplo, Murrieta, California, y League City, Texas, votaron en contra de cualquier plan para construir refugios.
Pero el sondeo ha mostrado que la oposición a la construcción de refugios para los niños no es tan generalizado como se muestra en algunos medios.
Preguntados por si alojarían temporalmente a los menores indocumentados en sus comunidades, un 41 por ciento ha asegurado que sí, mientras que un 48 por ciento ha asegurado que no.
AMBIVALENCIA GENERAL
"Hay grupos realmente apasionados, pequeñas partes de la población que son muy fuertes, pero el público en general es mucho más ambivalente", ha asegurado el encuestador de Ipsos Chris Jackson.
El gobernador de Maryland, Martin O'Malley, criticó inicialmente los planes de la Administración Obama para deportar rápidamente a los niños, pero más tarde se puso en contra de una propuesta para albergarlos en su estado.
"Muchos estadounidenses son compasivos pero quieren que otros carguen con el peso de la compasión", ha asegurado el profesor de política en Claremont McKenna College, John Pitney.
En la encuesta de Reuters/Ipsos han intervenido, a través de Internet, un total de 1.566 estadounidenses. La precisión de las encuestas online de Reuters/Ipsos se mide usando un intervalo de credibilidad. En este caso, la encuesta ha tenido un intervalo de credibilidad de más o menos 2,8 puntos porcentuales.