BOGOTÁ, 28 Ago. (EUROPA PRESS) -
La ministra de Exteriores de Colombia, María Ángela Holguín, ha considerado que es "casi impensable" romper relaciones con Venezuela, aunque ha admitido que la situación por el cierre fronterizo ordenado por el Gobierno de Nicolás Maduro "llegó hasta el límite".
"Romper relaciones con Venezuela es algo casi impensable, nos unen demasiadas cosas", ha dicho en una entrevista con 'La W', a pesar de que ambos gobiernos han llamado a consultas a sus embajadores, algo que Holguín ha achacado a que "se llegó hasta el límite".
La canciller ha reiterado el llamamiento de Colombia al diálogo, pero se ha mostrado consciente de que con la actual tensión "será difícil", por lo que ha reclamado "la ayuda de terceros", entre los que ha mencionado a la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) y la Organización de Estados Americanos (OEA).
Holguín ha propuesto que UNASUR y OEA desplieguen una misión de observación en la frontera. "Esto es un tema humanitario, de carne y hueso, y eso es lo que queremos demostrar", ha explicado la jefa de la diplomacia colombiana.
"Varias de las personas deportadas nos mostraron documentos (que les acreditan) como refugiados. Son familias inocentes que me decían: 'Que nos digan que no quieren que vivamos allá, pero que nos dejen sacar nuestras cosas'", ha contado.
CRISIS BILATERAL
La tensión entre Colombia y Venezuela se ha disparado desde el 19 de agosto por al ataque que tres miembros de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) sufrieron por parte de presuntos paramilitares desde el lado colombiano.
En respuesta, Maduro ordenó el cierre de los pasos fronterizos de San Antonio del Táchira y Ureña durante 72 horas, pero el pasado domingo lo renovó y declaró el estado de excepción durante 60 días en algunos municipios de la línea limítrofe.
El dirigente izquierdista ha ordenado igualmente "tomar medidas extraordinarias" para "extirpar la raíz criminal en la frontera" que pasan, principalmente, por mantener "al máximo nivel" la presencia policial y militar en la zona.
Maduro ha atribuido este aumento de la violencia al incesante flujo de colombianos a Venezuela, algunos de los cuales "vienen huyendo de la guerra", si bien otros "han traído el fenómeno del tráfico de drogas", del contrabando y del paramilitarismo.
Por su parte, el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, ha denunciado deportaciones masivas de los compatriotas que viven legalmente en Venezuela --casi 2.000-- y ha reclamado al país vecino que pare esta "salvajada", pero se ha encontrado sin respuesta.
Tras varias reuniones entre a nivel ministerial para intentar superar la crisis en la frontera --sin que Santos y Maduro hayan hablado, al parecer, por negativa del venezolano-- finalmente este viernes ambos países han llamado a consultas a sus embajadores.