Actualizado 29/08/2016 08:49

Rousseff tratará de defenderse por última vez antes de la votación de su cese definitivo

Dilma Rousseff
REUTERS

La mandataria encara "con buen ánimo" el reto, pese a que podría ser apartada del cargo en los próximos días

BRASILIA, 29 Ago. (Reuters/EP) -

   La suspendida presidenta de Brasil Dilma Rousseff ofrecerá este lunes su último alegato ante el Senado durante el juicio político que se sigue en su contra y que se prevé que acabe con su destitución definitiva y con el fin de 13 años de dominio del Partido de los Trabajadores.

   Rousseff, acusada de haber violado las leyes de presupuesto del país, niega haber cometido un delito y ha denunciado el proceso de destitución de nueve meses que ha paralizado la política brasileña como una conspiración para derrocarla.

   Pero una profunda recesión de la que muchos brasileños la culpan y un escándalo de corrupción en la empresa estatal de energía Petrobras han socavado su popularidad desde que fue reelegida en 2014.

   Su vicepresidente, Michel Temer, ha ejercido como presidente interino desde mediados de mayo, cuando Rousseff fue suspendida después de que el Congreso resolvió continuar con el proceso de juicio político que comenzó en la Cámara baja.

   Si el Senado condena a Rousseff el martes o el miércoles como se prevé, Temer, de 75 años, será confirmado como presidente durante el resto de su mandato hasta 2018. El presidente interino se ha comprometido a adoptar medidas de austeridad impopulares para frenar un creciente déficit fiscal que costó el año pasado a Brasil su calificación de crédito de grado de inversión.

   "Instará a los senadores indecisos a respetar la democracia y detener el golpe de Estado que está en marcha", ha indicado un portavoz de Rousseff a Reuters. "Está de buen ánimo", ha asegurado.

   El asesor, que ha pedido mantener el anonimato, ha dicho que en su discurso de 30 minutos Rousseff podría referirse a su lucha por la democracia, desde su detención y tortura durante la dictadura militar por pertenecer a un grupo guerrillero a su elección como la primera mujer que encabeza al país.

   Veinte de sus ex ministros la apoyarán desde la galería del Senado, junto con su mentor político y ex presidente, Luiz Inácio Lula da Silva, fundador del PT.

   Con las probabilidades en su contra, el testimonio de Rousseff parece estar orientado a hacer un punto en los libros de historia de que su destitución fue una farsa más que a influir en los 81 senadores para impedir su remoción del cargo.

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