CIUDAD DE MÉXICO 23 Ago. (Agencia Reforma) -
Los miembros de la Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico) externaron su preocupación por el dinamismo de la economía ya que la actividad productiva ha mostrado señales de ralentización que superan a las previsiones.
La mayoría de la Junta destacó que de acuerdo con el dato oportuno del PIB para el segundo trimestre del año la actividad económica registró un bajo crecimiento, con lo que se extendió la debilidad que ha exhibido desde finales del año pasado.
"Algunos señalaron que la desaceleración de la actividad fue mayor a la anticipada. Un miembro detalló que durante los últimos tres trimestres el crecimiento se ha ubicado por debajo de lo esperado", expuso la última minuta del banco central.
Este jueves Inegi dio a conocer las cifras revisadas del PIB del periodo abril-junio en donde el crecimiento se redujo de 1.09 a 0.95 por ciento, su menor expansión a tasa anual desde los primeros tres meses del 2021.
Los integrantes de la Junta mencionaron que el bajo desempeño de este sector obedece en buena medida a la debilidad de las manufacturas.
Por otra parte, la mayoría subrayó que los datos apuntan a una pérdida de dinamismo en el sector terciario. Un miembro enfatizó que la moderación de este sector obedece, principalmente, a una menor actividad comercial, la cual representa alrededor de un tercio de este componente.
Contaminación de precios
La mayoría de los miembros reconoció que el entorno inflacionario en México continúa siendo complejo, a pesar de la disipación de los choques de oferta derivados de la pandemia y del conflicto Rusia-Ucrania.
La tasa de inflación general aceleró por quinto mes en fila y en julio pasado llegó a 5.57 por ciento, no obstante, todos los integrantes reconocieron que sus incrementos han obedecido exclusivamente al comportamiento creciente del componente no subyacente, ya que la inflación subyacente ha mantenido una tendencia descendente (18 meses a la baja).
Sin embargo, algunos miembros alertaron sobre el riesgo de que los niveles elevados de inflación no subyacente (que trepó a 10.36 por ciento en julio) por un largo periodo contaminen a la inflación subyacente.
"Episodios inflacionarios previos muestran que los aumentos en el componente no subyacente son usualmente seguidos por incrementos en el componente subyacente", indicó la minuta.
Un miembro destacó que la inflación general ha seguido aumentando por un repunte del componente no subyacente más intenso y duradero de lo previsto. Argumentó que los choques de oferta que han propiciado dicho repunte no necesariamente se disiparán rápidamente y que puede contaminarse la inflación subyacente.
"Esto último depende, en parte, de sus efectos sobre las expectativas de inflación, así como de la reacción de la política monetaria. Por ello, advirtió el integrante, sería arriesgado comenzar un ciclo de bajas cuando la inflación no subyacente muestra una fuerte tendencia al alza", señaló la minuta.