BUENOS AIRES, 18 Jun. (Notimérica/EP) -
El ministro de Economía de Argentina, Axel Kicillof, ha advertido este martes de que el fallo del Tribunal Supremo de Estados Unidos, que obliga al país sudamericano a pagar unos 1.300 millones de dólares a fondos de cobertura, conocidos como 'fondos buitre', "empuja a Argentina al default --suspensión de pagos--".
Por ello, ha movilizado a los abogados argentinos para que vuelvan a hablar con el juez de Nueva York responsable del caso, Thomas Griesa. "El juez, en distintas declaraciones, dijo algo que no coincide con su fallo. Dijo que no quiere empujar al país al default", ha añadido Kicillof, que sigue apostando por el diálogo para solventar esta difícil situación.
"Mi impresión es que quieren tirar abajo la reestructuración de la deuda argentina", ha denunciado el ministro argentino, que insiste en que su objetivo pasa por buscar una salida para poder pagar a los tenedores de bonos que entraron en la reestructuración de la deuda de 2005 y 2010 y a los que hay que pagarles el 30 de junio.
"No podemos permitir que nos impidan honrar nuestros compromisos con el 93 por ciento de los bonistas. Vamos a iniciar un canje de deuda y pagar a los bonistas en la Argentina, con legislación local", ha detallado Kicillof, en unas declaraciones que publica el diario argentino 'La Nación'.
La sentencia del Tribunal Supremo estadounidense dificultaría o imposibilitaría este proceso, ya que "se desencadenarían reclamos que son impagables". "Si no les pagamos a los 'fondos buitres', la sentencia dice que no le podemos pagar a nuestros bonistas", explica.
La presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, fue la primera en reaccionar a la decisión del Tribunal estadounidense, que ha tachado de "extorsión". "Argentina tiene voluntad de negociación, pero lo que no tiene es por qué ser sometida a semejante extorsión", añadió la mandataria en un discurso emitido por la televisión pública.
EL FALLO DEL TRIBUNAL
Con su decisión, el Supremo estadounidense refuerza la validez del dictamen de un tribunal inferior por el que se prohibía a Argentina realizar cualquier pago de su deuda reestructurada si no se abonaban también las cantidades adeudadas a los tenedores de bonos que no aceptaron el canje propuesto en 2001.
En noviembre de 2012, la Corte Federal de Nueva York dictaminó la obligación de Argentina de abonar los 1.330 millones de dólares que adeuda a los 'hedge funds' que rehusaron reestructurar sus bonos argentinos en cartera tras la quiebra del país austral en 2001.
"Argentina tiene que pagarle a los demandantes el cien por cien de esos 1.330 millones al mismo tiempo o antes de que les pague a los tenedores de bonos reestructurados", indicó el juez federal Griesa en su sentencia de noviembre de 2012.
Argentina incumplió en 2001 las obligaciones del servicio de deuda por importe de 95.000 millones de dólares (69.853 millones de euros). Posteriormente, en 2005, el país ofreció a sus acreedores un canje por bonos de valor inferior, oferta que repitió en 2010. Argentina logró con estas propuestas acuerdos que cubrían el 92 por ciento de su deuda.
No obstante, algunos inversores, incluyendo NML Capital, rechazaron ese acuerdo y exigieron al país austral el pago íntegro de la deuda, tras lo que fueron llamados "buitres" por las autoridades argentinas, ya que estos fondos habían comprado los bonos con descuento ante la posibilidad de impago del país.